LOS FRAILEJONES: GUARDIANES DE LA VIDA
Los frailejones, plantas emblemáticas de los páramos, son más que simples vegetales, son verdaderos guardianes de la biodiversidad, del agua, de nuestra vida. Estas plantas, pertenecientes al género Espeletia, se encuentran principalmente en Colombia y Venezuela, y desempeñan un papel crucial en la regulación del ecosistema andino. Llevan mucho tiempo en el planeta (2,5 millones de años), y de las 139 especies que existen, nuestro país alberga 92.
Los frailejones son fundamentales para la conservación del agua. Su estructura única les permite captar y almacenar el agua de la neblina y la lluvia, lo que ayuda a mantener el nivel hídrico de los ríos y lagunas. Además, actúan como filtro natural, mejorando la calidad del agua que fluye en los ecosistemas circundantes.
Estas plantas son el hogar de una variedad de especies animales y vegetales, y favorecen a polinizadores como mariposas y aves, que dependen de sus flores para alimentarse (sí, tienen flores). Pero, al igual que miles de especies de plantas, los frailejones han tenido que enfrentar amenazas de todo tipo.
En el páramo azonal de Nariño (un ecosistema único que se caracteriza por su altitud, clima frío y su biodiversidad excepcional) la población de frailejones se ha visto notoriamente disminuida gracias a que alrededor del “70% de las familias de la zona se dedican a alguna actividad que afectan negativamente al ecosistema, ya sea ganadería en zonas de protección, tala de bosques nativo o el carboneo.” https://www.radionica.rocks/regiones/santa-lucia-un-destino-por-descubrir-en-narino
Los frailejones son fundamentales para garantizar el suministro de agua para las comunidades locales y la fauna, para el equilibrio ecológico, por eso es urgente que sea la misma comunidad la que se apersone de su conservación, de la mano con entidades como Botanic Health Garden, que ya inauguró el primer invernadero dedicado exclusivamente a germinar frailejones en su jardín de La Cocha, con el apoyo de Cumbres Blancas. Con las plántulas que salen de allí se busca repoblar las zonas amenazadas.
Los frailejones son más que un símbolo del paisaje andino; son esenciales para el equilibrio ecológico del planeta. Protegerlos es una responsabilidad compartida que beneficia tanto a las comunidades locales como al medio ambiente global. La conservación de estos guardianes verdes debe ser una prioridad en nuestra lucha contra el cambio climático.